Rómulo Loredo Alonso, una gloria del teatro camagüeyano

Por Isván Manuel Cano Hidalgo

El 6 de junio de 1925 nace en Jatibonico, antiguo territorio de la provincia de Camagüey, Rómulo Loredo Alonso.

Desde muy joven muestra inquietudes literarias y visita con frecuencia la tierra de El Mayor, donde establece amistad con Raúl González de Cascorro, quien ya sobresalía como uno de los mejores cuentistas de entonces.

También se relaciona con otros agramontinos amantes de la literatura. Participa con ellos en actividades artísticas y culturales de los grupos "Los Nuevos", "Tiempo Nuevo" y "Novación Literaria".

En 1954 publica el poemario "Sueño de azúcar", donde sostiene la tesis de la diversificación de productos y la erradicación del monocultivo azucarero. Sobresalió nacionalmente y sostuvo polémica en la prensa del país con el prestigioso historiador Ramiro Guerra Sánchez.

Desde 1962 hasta su retiro ocupó diversos cargos en el Consejo Nacional de la Cultura y luego en ese Ministerio, y de 1985 a 1988 fungió como presidente de la filial, en Camagüey, de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), donde desarrolló una destacada y fructífera labor. Además desempeñó misiones culturales en diversos países europeos.

De arraigada vocación teatral sobresale como dramaturgo e imprime cubanía a su producción para las tablas.

Desde los comienzos Rómulo se inclina hacia lo festivo y al tema campesino. Precisamente el maestro Eduardo Robreño, ya fallecido, calificó como "teatro montuno", la producción de Loredo.
Su primera puesta profesional, en la década de los años 60, fue "Pedro Manso", musicalizada por el maestro Enrique Jorrín e interpretada por el grupo "Jorge Ankerman", del Teatro Martí, con las actuaciones de Candita Quintana, Ramón Espígul, y Américo Castellanos, entre otros.

Se nutrió además del "teatro vernáculo" y abordó acertadamente el género, incorporándole temas de actualidad.

Su obra para niños "La Guarandinga de Arroyo Blanco" contiene un diálogo muy sugerente y simpático, con un mensaje alejado del didactismo. En ella se preservan las raíces cubanas más autóctonas.

Resultó publicada y representada en ruso y obtuvo primera mención en el Concurso "La Edad de Oro", en 1974. Fue además estrenada en la televisión nacional ese mismo año. Ha sido publicada en varias revistas y por la Editorial cubana Gente Nueva, en 1980.

Publicó además "Teatro Popular"; "Las mil y una noches guajiras"; "La calabaza de la finca de mi abuelo" y "La gatica soltera", ambas pertenecientes al género infantil, y "Teatro para todos" (1999), su último libro.

Merecedor de múltiples condecoraciones¹, su teatro ha trascendido las fronteras nacionales pues, además de Cuba, ha sido representado — con rotundo éxito del público y la crítica —, en Ecuador, Nicaragua, Guinea Bissau, Etiopía y Angola.

En 1983, cuando existía una depresión del teatro cubano, Loredo, muy a pesar de las condiciones existentes, insiste en hacer realidad el Festival Nacional de Teatro de Camagüey, con las mismas características que posee el actual certamen de las tablas, hoy día el más importante que se celebra en el país.

En esa primera edición versiona dos "comedias alhambrescas": "El velorio de Pachencho", de los Hermanos Robreño, y "El médico improvisado", sobre una comedia de Gustavo Sánchez Galarraga, espectáculo eminentemente musical que obtuvo varios premios. Rómulo Loredo Alonso fallece el 2 de septiembre de 2002, a los 77 años de edad, dejando una estela de gloria para la literatura y el teatro camagüeyano y cubano.


¹ Distinción por la Cultura Nacional; Distinción "Alejo Carpentier", otorgada por el Consejo de Estado (post mortem, 2003); Hijo Ilustre de la provincia de Camagüey y de Jatibonico; Hijo adoptivo de la ciudad de Camagüey.