Ya viene el San Juan

Carroza en San Juan camagüeyano

Congas en ensayos callejeros anuncian el preámbulo de la nueva edición de una fiesta surgida en el siglo XVIII, el San Juan, nombre del carnaval de la ciudad de Camagüey.

Las lluvias interrumpieron de forma transitoria los preparativos de los "congueros", quienes se alistan para una cita que comenzará el 24 de junio en la evocación de una de las festividades carnavalescas más antiguas y pintorescas de Cuba.

El principal sector de recorrido en los ensayos corresponde a vías del área proclamada oficialmente en febrero último Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Según datos preliminares, quedarán activadas más de 30 áreas en el jolgorio veraniego, cuyo día inaugural tendrá uno de sus principales sellos en la preparación y consumo colectivos del ajiaco.

Desfiles de congas, comparsas, carrozas, "monos viejos" y vehículos engalanados matizarán también al encuentro, entre otros atractivos.

Aún no ha trascendido públicamente el proyecto de agrupaciones musicales que amenizarán los bailables de los festejos.

El programa "sanjuanero" tendrá el 29 de junio su ceremonia de clausura con el denominado  "Entierro de San Pedro ", una tradición mediante la cual una multitud participa eufórica en un fingido funeral. (Tomado del Portal de la Cultura en Camagüey).


El lector de la Plaza del Carmen

El lector de la Plaza del Carmen. Foto: Isván Cano.Fue en el año 2003 cuando por primera vez, a los 69 años, Norberto Subirat Betancourt conoció las interioridades del modelaje artístico.

"Nunca me lo hubiera imaginado", comentó cuando -en su querida y muy camagüeyana Plaza del Carmen- esperaba como todos los días la afluencia de visitantes al histórico espacio, totalmente restaurado por la Oficina del Historiador de la Ciudad.

Dentro del conjunto escultórico concebido a escala normal por la ceramista Marta Jiménez, destaca la figura de Subirat sentado en uno de los bancos del lugar, con una de sus piernas recogidas y sumido en la lectura del periódico Adelante.

Gustan quienes recorren el hermoso enclave, llevarse como recuerdo la fotografía de este amoroso lugareño, sentado junto a la pieza que –en unión de las restantes- perpetúa a personajes y modos locales de la antigua villa.

"Yo soy vecino de Marta, -recuerda- nos visitamos y somos buenos amigos desde hace muchos años. Me dijo que estaba buscando a un hombre viejo… no mucho, para que le sirviera de modelo. Tenía en mente una idea y quería llevarla al proyecto que le encomendó la Oficina del Historiador, con el objetivo de animar la Plaza del Carmen".

El Subirat de entonces, con 65 años muy bien conservados y haciendo gala de su envidiable locuacidad y facilidad para establecer comunicación con sus semejantes, fue sorprendido por la propuesta de la artista.

"Pero Marta –le respondió- yo no he tenido mucho tiempo de leer periódicos en los parques, toda mi vida he sido chofer."

Se las arregló la prestigiosa ceramista para convencerle con un argumento de peso: "No importa, Subirat. Los hombres mayores, después de jubilados, por lo general no tienen mucho que hacer y dedican parte de su tiempo a leer periódicos en espacios públicos, fuera de sus casas. Eso es lo que yo quiero transmitir en este caso: la placidez de quienes navegan por una avanzada etapa de la vida… tal y como sucede con la propia ciudad donde viven".

"Le dije: bueno, está bien, Marta. Y el acuerdo fue que a partir de las 9 de la mañana, a partir del día siguiente y durante menos de un mes, yo le serviría de modelo para su personaje del lector de la Plaza del Carmen, que realizó en barro, como el resto de las esculturas que se pueden ver aquí".

La Plaza del Carmen y las edificaciones que la rodean fueron levantadas hacia el siglo XIX. Custodian el amplio espacio adoquinado –a la usanza de la época- vetustas viviendas, la iglesia que le da nombre al sitio y el Convento de las Madres Ursulinas, cuyo primer claustro fue totalmente remodelado a partir del año 1999. Allí radica la Dirección de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey.

Desde entonces y hasta la fecha, varias intervenciones han caracterizado al atractivo enclave: una de ellas se enriqueció con el aporte de la ceramista Marta Jiménez, que concibió a escala normal, una serie de figuras pintorescas fácilmente identificables: el anciano "Matao" y su carretilla; las vecinas, en franco "comadreo" del cual puede ser partícipe el visitante, invitado siempre para compartir uno de los "taburetes" vacíos… y el lector de periódico.

"Hay normativas que regulan y defienden el respeto por el patrimonio contenido en este lugar –asegura Subirat- pues la disciplina social siempre hay que respetarla. Yo me paso buena parte del día aquí, en la Plaza y aprecio el trabajo de los integrantes del Cuerpo de Seguridad y Protección de Camagüey, una fuerza que, como su nombre lo indica, aplica una vigilancia constante para la preservación de nuestros tesoros arquitectónicos. Y esta Plaza es uno de los más queridos." (Yolanda Ferrera Sosa / Tomado del Sitio de Información Turística de Camagüey).


Ballet Contemporáneo Endedans celebra su séptimo aniversario

Con temporada de estrenos se engalana el Ballet Contemporáneo Endedans para celebrar su séptimo aniversario, momento escogido esta vez no para exponer su repertorio más emblemático, sino para lanzar nuevas propuestas, con la autoría de Tania Vergara Pérez y el joven bailarín Denis Martínez Roque.

"Traza una línea y….olvida", con música de Massive Attack y Marilyn Mason aborda la violencia que engendra la sociedad en sí misma, estimulada por guerras mediáticas, y la indolencia hacia un mundo donde todo es mercancía. Esta es la primera vez que Tania Vergara utiliza proyecciones en pantalla que apoyan la trama, gracias a la colaboración del realizador Yasser Socarrás.

"Mía no más", también de la Vergara y que presenta por primera vez a los bailarines Lisbeth González y Zamil Nápoles, es una refrescante y jocosa historia hilvanada por las excelentes interpretaciones de la cantante mexicana Toña la Negra.

Por otra parte, "Distante a tu lado", de la autoría de Denis Martínez, es una delicada pieza en la cual lirismo y poesía convergen en la plasticidad de movimientos corporales y en la experimentación del trabajo a dúo.

Otras piezas que conforman el repertorio de este fin de semana son "A los confines de la tierra", Premio Iberoamericano de Coreografía 2008 y Premio UNEAC 2009, la reposición de la también premiada "La muerte del Hombre", interpretada esta vez por René Jorge Montes de Oca, y "Al límite de la nada", creación de Lisandra Gómez y Nairivis Guzmán.

Las funciones serán en el Teatro Principal el viernes 29 y sábado 30 -a las 8 y 30 de la noche- y el domingo 31, a las cinco de la tarde. (Julio César Delgado Ramos, Relaciones Públicas Endedans / Tomado del Portal de la Cultura de Camagüey).


Gran éxito de "Bretón es un bebé" en Festival Internacional de Cine Cero Latitud

De gran éxito puede calificarse la exhibición del documental "Bretón es un bebé", del cineasta cubano Arturo Sotto exhibido en el ámbito del Festival Internacional de Cine Cero Latitud, el cual conjuntamente con la Cinemateca de Ecuador, integra una muestra de documentales y cortos que recrean la idiosincrasia del continente latinoamericano, según reporta la embajada cubana en ese país.

El documental "Bretón es un Bebé" constituye la crónica de un viaje por el archipiélago cubano en 52 minutos y brinda el testimonio de un reencuentro espiritual con los cubanos, lo cual pone de manifiesto el concepto de lo real maravilloso que argumentara Alejo Carpentier como basamento de su estética literaria.

El titulo de ese material fílmico ironiza con los planteamientos de André Bretón, líder del movimiento surrealista, y señala cómo lo increíble se manifiesta en América Latina y en Cuba.

Los organizadores de este festival consideraron que en el año del aniversario 50 de la fundación del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), era imprescindible la presencia de la cinematografía cubana en ese certamen, dedicado al bicentenario de la independencia de Ecuador.

La proyección de "Bretón es un bebé" forma parte de la iniciativa impulsada por la televisora América Latina, la cual se propone, en diciembre próximo, estrenar en Brasil diez documentales de igual número de naciones de la región. (Tomado del Boletín CUBARTE).


Diego Grillo: The First Cuban Pirate

The Cuban archipelago was a strategic location for the pirate action. However, not only Cuba was victim of the vandalism of those foreigners that used to plunder the wealth of this young Spanish colony. This land also had its own killers. Diego Grillo was the first pirate to be born in this island who was very well known worldwide.

The story tells that for a long time it was widely believed that Diego Grillo was missing, but, he appears in England as a wealthy business person.

Accompanied in the taverns with his old fellow sailors, he recalls the adventures that led him to become a legendary personage: the first and most notorious of all pirates born in Cuba.
Seeing the horizon line on the sea, he evoked the bloody battles, the damages caused in the American waters during the last quarter of the 16th century and a good deal of the 17th century too.

The beginnings

It looks that everything began when a Spanish conqueror in his voyage to "terra firma" met a young and sensual African slave woman. Diego Grillo was born from that union in Havana by 1555. Considered one of the most controversial figures of piracy's history, born slave like his mother, Diego which was also known as "El Mulato," escaped when he was 13 years old and found shelter in the mangrove swamps. There, he waited for a scope to flee from captivity once and for all. Afterwards, he joined a band of Spanish buccaneers that trafficked in the Caribbean Sea.

Francis Drake: His protector

After four years sailing through the waters of the Mexican Gulf and the Caribbean Sea, when he had gotten certain experience as sailor, Diego is captured by pirate Francis Drake near the Isle of Pines, Cuba in 1572.
His adventurous fearless spirit, his bold resolution and his defiant attitude expressed in the way he looked at people, inspiring respect among those who faced him, seemed to have convinced the terrible "thief of the seas" on how valuable would be to have such a man in his crew. So Drake took Diego Grillo under his protection and brought the youngster to England.

Already in Europe, the Cuban pirate fights under the commands of the Count of Essex and other English gentlemen. When he was 22 year old, Diego Grillo became the court's favorite man, being welcomed by the Monarchs themselves who confer him various honors for his duties to the British crown.
After five years in England, he returns to the Caribbean in an expedition organized by Drake. On that trip he was the second in charge.

Time did not pass too much when Diego Grillo became the boss of that mission. In 1595, when his protector died, the Cuban pirate came back to England, with gold and fame traveling with him.

The last raid

After a break from Sea adventures, Diego appears in the Antilles accompanied by Cornelio Jols, nicknamed "Wooden Leg". This was considered one of the bloodiest unions in the piracy history. Some many Spanish ships felt their strength; they took almost the whole crewmembers prisoners.
In his adventures, Diego Grillo makes one of the greatest exploits in piracy history by capturing an 11 ships convoy.

For any one else this could have been enough to take it off amassing a tremendous wealth and fame, but not for Diego Grillo. The infamous pirate wanted to make his "last raid".
Nuevitas' harbor, north Camagüey province, was the haven of the ships that sailed to Spain loaded with plenty of treasure.

It is said that he and his men attacked Spanish ships from a fifteen-gun ship and sold the booty in Tortuga. Three ships were sent to capture him, but he defeated them all and slaughtered every sailor aboard who had been born in Spain.
In 1619, after having meticulously planned the assault, Grillo took a six frigate convoy by surprise in the entrance of that harbor. The filibusters won that battle and most of the Spanish crew died.

The spoils of that assault seemed to have been very substantial because he was not longer seen in the Caribbean Sea and there were people who believed he disappeared some miles off Nuevitas' coasts.
Up to now the final history of the first Cuban pirate remains uncertain as some sources refers that he was captured in 1673 and hanged meanwhile some others believe that Diego Grillo settled down in England, enjoying forever his condition of being the "first Cuban pirate". (Translation: Gualveris Rosales).


Tradición y renovación artística en Salón de Artes Plásticas "Fidelio Ponce de León"

El proyecto "Tradición y renovación artística en la imagen de la ciudad" se incorporará a las propuestas del Salón camagüeyano de Artes Plásticas "Fidelio Ponce de León", a inaugurarse en septiembre cercano.

El propósito de la convocatoria es sumar a quienes cultivan la antigua disciplina, al cometido de incrementar los valores patrimoniales del entramado urbano y así participar desde la creación, en el enriquecimiento del entorno social.

La convocatoria -librada por el Consejo agramontino de las Artes Plásticas- establece que pueden presentarse obras en cualquier manifestación, con la exigencia de que su emplazamiento se conciba en espacios públicos y urbanos.

Apunta también que se estimula la recepción de exponentes que utilicen las bondades del barro y las múltiples variantes de las manifestaciones escultórica y pictórica.

La iniciativa -que toma en cuenta las tradiciones artísticas y culturales de la capital agramontina- resulta  otro atractivo de las programaciones anunciadas para el Salón Provincial de Artes Plásticas. (Yolanda Ferrera Sosa / Tomado de Grillo Loco).


Google anuncia hallazgo del eslabón perdido con nuevo logo

Este miércoles Google aparece con un nuevo logo, que sugiere la aparición del eslabón perdido. El gigante de las búsquedas en internet anuncia así el hallazgo de un equeleto fósil perteneciente a una especie que habitó la Tierra hace 47 millones de años y es un ancestro común de humanos y simios.

Ida, como se nombró al fósil, se encuentra en extraordinario estado de conservación y pertenece a una clase de primate que pobló los bosques europeos.

Por su parte la Universidad de Oslo reseñó en un comunicado que el equipo de investigadores estudió el esqueleto durante los últimos dos años. Los científicos afirman que el descubrimiento será "algo así como un asteroide que cae a la Tierra".

Google cambia su logo frecuentemente para conmemorar fechas y aconteciomientos importantes.


Se presenta Musicora en Cubadisco 2009

El grupo Musicora se inserta este miércoles en Cubadisco 2009, con un programa de obras tradicionales cubanas. Se presentará a las 6:00 p.m. en el Jardín de la Música, sito en F y 15, El Vedado, Ciudad de La Habana.

Una sugerente recreación de géneros, formas y estilos de la música popular cubana promete Musicora, invitado especial de la XIII edición de la Feria Internacional Cubadisco 2009, con sede en la capital cubana.

Obras del repertorio tradicional de compositores como Ñico Saquito, Salvador Adams, Teófilo Gómez y Miguel Matamoros figuran en el programa concierto previsto para esta tarde en los Jardines de la Casa de la Música.

Por invitación del Instituto Cubano de la Música y de Cary Diez, directora del Cubadisco, Musicora regresa al suceso alrededor de la discografía de la Isla, al cual se vinculó por vez primera en 1997.

Además del tradicional, el jazz es otro de los géneros trabajado por la agrupación camagüeyana -que dirige Humberto García Brañas y conforman 12 profesionales egresados del sistema nacional de Escuelas de Arte.

Fundada en 1994, Musicora se integró a proyectos socioculturales en la ciudad de Camagüey, donde muestra la amplia gama de géneros que además cultiva desde hace tres lustros, como la música de concierto y fusión, con piezas renacentistas y barrocas, hasta de cubanos de la talla de Alejandro García Caturla, Amadeo Roldán; y de la propia creación del grupo. (Tomado del Portal de la Cultura de Camagüey).


Jornada teatral en Camagüey

El grupo "Teatro del viento" -de Camagüey- inició en la noche de este martes la jornada de la disciplina que se extenderá en la ciudad de los tinajones hasta el próximo domingo, con la participación de agrupaciones locales e invitadas.

A las acostumbradas instalaciones que acogen ese tipo de entrega, se les incorporan la Plaza Maceo, el Castillito del Casino Campestre y varias escuelas en horarios alternativos.

Esta propuesta del Consejo lugareño de las Artes Escénicas, cuenta con la asistencia de consagrados exponentes de tan antigua expresión artística, entre ellos: "Mefisto Teatro", "Teatro del Círculo", "El Menjunje", "Adarga Teatro" y "Teatro Ambulante".

Por esta provincia, toman parte el Conjunto Dramático, "La Edad de Oro", "Teatro del Viento", "Circlown" y "La Andariega". Todos en conjunto exponen lo más reciente de sus respectivos repertorios.


Leyenda del Santo Sepulcro

Mucho se ha escrito acerca de los motivos que tuvo fray Manuel de la Virgen Agüero para ordenar, a su costa, la construcción de esta joya de plata pura que guarda el templo camagüeyano de Nuestra Señora de la Merced. He aquí lo que la leyenda cuenta que ocurrió en los años 1700...

Manuel Agüero y Ortega, rico hacendado, crió en su casa como a hijo propio al de una viuda que les servía. José Manuel, el menor de los hijos de Agüero acogió fraternalmente al huérfano Moya, que así se dice era su apellido. Y juntos fueron enviados a La Habana a estudiar leyes.

Allá, en la capital de la colonia, ambos amaron a la misma mujer. Un día el joven Agüero fue muerto en un duelo por su propio hermano de crianza, quien había enloquecido de celos. El fratricida, lleno de remordimientos, regresó al Príncipe de incógnito.

Una noche, Moya y su madre fueron a ver a don Manuel. Fue hecha la revelación del crimen. Cuentan que el sufrido padre dio dinero y corcel a Moya para que se fuera lejos y nunca más lo encontraran.

Don Manuel —que ya se había hecho sacerdote años antes, al enviudar— ingresó más tarde en la Orden Mercedaria. Y, pasados varios años, dotó al templo de una joya única en Cuba, y tan valiosa como otras de la América colonial hispana: el Santo Sepulcro. Se hizo venir de México al artífice Juan Benítez Alfonso. Se utilizó para la obra la plata obtenida al fundir más de 25 mil pesos en monedas de ese metal.

Desde 1762 —y durante tres siglos— cada Viernes Santo, en la procesión del Santo Entierro, la impresionante belleza del Sepulcro llena de recogimiento los corazones. Su majestuosidad, acentuada por el tintineo de sus innumerables campanillas, avivaba el siniestro recuerdo de un legendario crimen, al que se le confirió la virtud de llevar a un padre desgraciado a un grado extraordinario de santidad, resonancia de una inexplicable y definitiva desaparición de José Manuel de toda vida social siendo un joven veinteañero. (Texto: Héctor Juárez Figueredo / Tomado del Sitio de Información Turística de Camagüey).


Las cuatro palmas

Las cuatro palmas.Era el 12 de agosto de 1851. Ya no se precisaba silencio. Habían cesado el redoble de los tambores y la descarga de fusilería que segara la vida, en la Sabana de Beatriz Méndez, a Joaquín de Agüero y tres de sus compañeros de armas. Ellos, junto a otros hombres, se habían declarado en rebeldía contra España el 4 de julio de 1851. Y habían firmado una Declaración de Independencia, la primera aprobada en los campos de Cuba libre, en San Francisco de Jucaral.

Las familias distinguidas cerraron sus casas en la ciudad y se retiraron a las fincas. Se suspendieron todas las fiestas sociales y privadas en señal de recogimiento. Y las mujeres se cortaron sus abundantes cabelleras en demostración de luto y protesta, luego de circular una cuarteta conminatoria:

Aquella camagüeyana
que no se cortase el pelo,
no es digna que en nuestro suelo
la miremos como hermana.

Era necesario perpetuar la memoria de los mártires... Dos años después, cuatro robustas palmas reales se erguían en la antigua Plaza de Armas. ¡Ya los mártires tenían su monumento!

Con el pretexto de embellecer la plaza, y con la venia del municipio, se habían traído y plantado las palmas en los cuatro cuarteles en que se dividía aquella.

La palma que estaba frente a la Sociedad Filarmónica, representaba a Joaquín de Agüero; la que estaba junto a la torre de la Parroquial Mayor, en recuerdo a Fernando de Zayas; la de la sacristía del templo, a Miguel Benavides; y la restante a Tomás Betancourt.

Al estallar la guerra en 1868, trascendió el simbolismo de las cuatro palmas y no faltaron los intentos de los integristas para derribarlas.

El visitante del actual Parque Agramonte verá junto a la estatua de Agramonte —y a la tarja que en la base de este monumento recuerda a Francisco (Frasquito) Agüero, primer mártir de nuestra independencia, ahorcado en 1826— cuatro palmas que hicieron exclamar a la insigne patriota Domitila García de Coronado: «[...] las palmas que se elevan enhiestas, y sus penachos parecen la cimera del casco de un gigante guerrero. ¡Árbol bello, símbolo del martirio, de la victoria [...]; que la nueva generación cubana a tu sombra libre y feliz eternamente sea!». (Texto: Héctor Juárez Figueredo / Tomado del Sitio de Información Turística de Camagüey).


El adoquinado de nuestras calles

Un coche transita por una de las calles adoquinadas de Camagüey.De menor antigüedad que los tinajones, los adoquines que pavimentan nuestras principales calles constituyen otro toque distintivo de la ciudad. Hacia la primera mitad del siglo XIX, las polvorientas calles y plazas de las zonas céntricas de Puerto Príncipe fueron pavimentadas con ladrillos o piedras (empedradas, al decir de la época).

Hacia la primera mitad del siglo XIX, las polvorientas calles y plazas de las zonas céntricas de Puerto Príncipe fueron pavimentadas con ladrillos o piedras (empedradas, al decir de la época).

Al correr de los años, las obras del acueducto, el alcantarillado y el tendido de la línea del tranvía en las principales arterias urbanas terminaron por deteriorar aquel pavimento original, que en algunos lugares no debió diferir del que aún se observa en Trinidad.

El 3 de julio de 1921 se inició la renovación del pavimento de las más importantes calles de la ciudad. El adoquinado hizo su aparición en Camagüey.

Los adoquines de granito fueron comprados en Noruega, al precio de dieciocho centavos de dólar la unidad. Manos hábiles los dispusieron. Adaptaron su geometría al caprichoso trazado urbano de nuestra ciudad, tejiendo una urdimbre de hermosas figuras que aún hoy pisan los pies de nativos y visitantes. (Texto: Héctor Juárez Figueredo / Tomado del Sitio de Información Turística de Camagüey).


El San Juan camagüeyano

Comparsero en San Juan.Las tradicionales fiestas del San Juan comenzaron en Puerto Príncipe entre los años de 1725 y 1728. Guardaban una estrecha relación con el mes de junio, fecha en que los criadores de ganado traían a la ciudad sus reses gordas para las ventas anuales.

Con ellos venían los peones o vaqueros en sus briosos potros. Surgieron las carreras anuales Las fiestas se extendieron, incluyendo el 24 de junio, día de San Juan, que en España y otros lugares se dedicaban a fiestas populares. Esto le dio el nombre.

Con los años se incorporaron nuevas modalidades. Jóvenes hermosas a caballo, carretas adornadas, enramadas en plazoletas, paseos de las beldades locales en carruajes y volantas fueron enriqueciendo la fiesta.

Los tiempos modernos incorporaron al San Juan camagüeyano los vehículos automotores, las carrozas, las comparsas y las congas.

De todas las ferias y fiestas que existieron, solo el San Juan ha sobrevivido al paso del tiempo. Fiesta nacida del alma del pueblo que, pese a los cambios que imponen los años, seguirá siempre en el corazón de los camagüeyanos. (Texto: Héctor Juárez Figueredo / Tomado del Sitio de Información Turística de Camagüey).


Camagüey: Ciudad de las Iglesias

Iglesia de Nuestra Señora de La Soledad.Considerar que una ciudad pueda estar integrada por un conjunto de ciudades pudiera parecer absurdo o simple parodia de una realidad urbana, mas lo cierto es que dentro de toda ciudad conviven áreas y espacios cuya expresión revelan con nitidez momentos o etapas del crecimiento o expansión del área urbanizada.

Para quienes se han aproximado a la historia de Camagüey con el ansia de aprehenderla en su totalidad, de reconocer cuanto de extraña y de auténtica tiene en relación con otros centros urbanos, resulta transparente que esta es una urbe en la que coexisten muchas ciudades; cada una de las cuales está claramente definida por bordes o límites físicos y es que, aunque de mayor sutileza y sustancia cultural, se trata de espacios que han devenido fruto de un modo de pensar y entender la vida en correspondencia a los diferentes tiempos históricos que, desde 1514 pesan entre los ríos Tínima y Hatibonico.

Existe así, la ciudad total, el Centro Histórico -declarado patrimonio nacional en 1978- y el núcleo primigenio. La distancia entre lo urbano y lo rural varía en relación con los principios que se tomen como referencia.

¿Qué área y qué razones han hecho que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en la trigésima segunda reunión de su Comité del Patrimonio Mundial, celebrada en Canadá recientemente, declare a La ciudad de las iglesias de Camagüey como Patrimonio de la Humanidad?

Basta andar por su laberíntica traza urbana, de eje en eje, de espacio en espacio o, si elevamos el rostro, de torre en torre; para admitir que esta es una encantadora urbe. Enigmática, en tanto no se olvidará fácilmente o tal vez nunca, y no precisamente porque se muestre monumentalmente bella al estilo de la Habana Vieja o la dormida Trinidad de Cuba; y mucho menos porque pretenda aproximarse a la neoclásica Cienfuegos, por citar los tres núcleos urbanos de Cuba declarados anteriormente Patrimonio de la Humanidad.

Esta es sin dudas una ciudad diferente, pero solo porque exclusivas fueron las coordenadas que acompañaron a sus hijos a lo largo del tiempo, hombres y mujeres que heredaron una hidalguía tan indiscutible que apenas requirió de blasones y escudos nobiliarios que le legitimaran; un cristianismo de tan elevada fe que, sin proponérselo, terminaron, generación tras generación, por legar al mundo, no un universo arquitectónico homogéneo en lo doméstico, lo civil, lo administrativo y lo religioso, sino una configuración de un sistema de templos capaces para no perder un ápice del mundo cosmogónico que rigió sus vidas hasta bien entrado el siglo XIX.

Iglesia de Nuestra Señora de La Merced.La ciudad del XVIII con extensión a zonas del XIX, es la evidencia de una vida que no tiene sentido sin ser bautizado, confirmado, matrimoniado y sepultado en el templo parroquial; cuando no se consideraron calles reales sino las que servían de comunicación entre sus iglesias, generalmente por las puertas secundarias.

La ciudad de la que se habla es la almendra inicial, la delimitada por los templos católicos de La Soledad, La Merced, La Catedral, San Juan de Dios y Sagrado Corazón de Jesús, área que no ha podido dejar fuera a la resonancia de esa experiencia cultural única de nacer o vivir en Santa María del Puerto del Príncipe y, por ello ha terminado por abrazar a Nuestra Señora del Carmen con el aledaño Convento de las Ursulinas.

Esta es una zona que no ha dejado de latir durante casi cinco siglos y por ello sobre su sólida base, se ha enriquecido desde la modernidad, mas sin perder la patina del tiempo. Pobladores y espacios urbanos arquitectónicos siguen subrayando la camagüeyanidad atesorada en plazas, plazuelas y parques; en cada esquina, en cada palabra, y hasta en el modo de asumir lo foráneo.

Esta es la filosofía que pese a la "modernidad" se respira en el área del centro histórico declarada Patrimonio de la Humanidad. Una zona de incalculable valor acaba de ser inscrita dentro del testimonio de la cultura universal, un área que desborda el siglo XVIII para ratificar una condición de alcance mayor como La ciudad de las iglesias, corroborarlo puede ser posible en cualquier instante del año, pero preferiblemente en Semana Santa, festividad durante la cual el Santo Sepulcro, gigantesca pieza de la orfebrería dieciochesca, recorre una porción del área.

Sin ese emporio de iglesias y plazas que marcan la imagen del Camagüey el testimonio cultural sería muy diferente y por tanto valga el reconocimiento del bien patrimonial como homenaje a los que en ella se dieron cita a lo largo de estos largos años; a su resistencia y capacidad para dialogar con su tiempo debemos esta joya del patrimonio cultural. Conservarle en su extensa pluralidad será un reto de por siempre.

(Marcos Tamames Henderson* / Tomado del Sitio de Información Turística de Camagüey).

 

* Master en Historia del Arte y master en Conservación de Centros Históricos y Rehabilitación del Patrimonio Edificado, profesor Titular de la Universidad de Camagüey y afiliado a la Sociedad de Arquitectura de la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba (UNAICC) y a la Unión Nacional de Historiadores de Cuba (UNHIC).


Leyenda del aura blanca

En mayo de 1860 un ave blanca apareció entre la bandada de auras que sobrevolaban el hospital de San Lázaro y la Quinta Simoni. En junio, el ejemplar fue expuesto en la Casa de Gobierno. Su captor había sido el doctor José Ramón Simoni Ricardo, director honorífico del hospital. Empero, el pueblo creó una tradición inmortalizada por La Avellaneda:

Gozaba el religioso franciscano José de la Cruz Espí (1763 - 1838), el Padre Valencia, del cariño del pueblo principeño: brindaba servicios, mediaba en disputas y aconsejaba. Un día decidió construir un lazareto y lo logró. Era el hospital el orgullo de la ciudad. Pero he aquí que murió, y llegó la escasez y el hambre para los míseros leprosos.

Cuentan que las auras tiñosas recorrían ya el abandonado huerto del hospital, en espera de los cuerpos de los famélicos enfermos. De repente apareció un ejemplar albino de la especie. El "aura blanca" se dejó coger mansamente, y hasta dicen que parecía querer acariciar las llagadas manos de sus captores.

Al día siguiente todo Puerto Príncipe comentaba que el alma del Padre Valencia, tantas veces invocadas en medio de los sufrimientos de los lazarinos, había bajado a ellos. El interés general fue tal que se hizo una exposición pública del ave. Se puso precio a la entrada. Lo recaudado se destinó a aliviar las perentorias necesidades del hospital. Con igual propósito fue paseada por el país...

Para incrementar la recaudación, el "aura blanca" fue después rifada. Vendida para seguir obteniendo el dinero que tanto precisaba el hospital, llegó a Matanzas, allí la adquirió —en perfecto estado de salud— el sabio naturalista Don Francisco Ximeno, para su zoológico personal. Allí murió; y se realizó el trabajo de taxidermia en 1864. Ximeno la mantuvo entre los ejemplares de su colección hasta 1884, cuando la vendió al Museo de Historia Natural del Instituto Provincial de Segunda Enseñanza, donde estuvo casi un siglo, y luego en la librería "El Pensamiento". Hoy se puede ver en el Museo Provincial de la Atenas de Cuba, en el Palacio de Junco.

Este ejemplar albino de la especie Cathartes aura es uno de los exponentes más antiguos de Cuba. Menos antiguo, y sin el aura de la leyenda, hay otra aura blanca en el Museo Provincial de Camagüey. (Texto: Héctor Juárez Figueredo. Tomado del Sitio de Información Turística de Camagüey).


Aquí Dolores Rondón finalizó su carrera...

Hay en el cementerio de la ciudad de Camagüey, en medio justo de una calle interior, un pequeño monumento. Fue erigido en 1933 por la alcaldía municipal sobre la base de una antigua tumba. En una placa de mármol aparecen los versos que varias generaciones de camagüeyanos han memorizado cual epitafio eterno:

Aquí Dolores Rondón
finalizó su carrera.
Ven, Mortal, y considera
las grandezas cuales son:
el orgullo y presunción,
la opulencia y el poder,
todo llega a fenecer,
pues solo se inmortaliza
el mal que se economiza
y el bien que se puede hacer.

Tumba de Dolores Rondón. La poesía apareció hacia 1883. Estaba escrita con letras negras en una pequeña pieza de cedro pintada de blanco. Una estaca de madera dura la fijaba en la tierra de una tumba. Durante años, cada vez que la tablilla se deterioraba manos anónimas la restauraban. Así estuvo medio siglo.

Dicen que fue Dolores Rondón una bella mulata criolla, nacida hacia 1812. La amaba el joven barbero mulato Francisco Juan de Moya y Escobar, a quien ella despreciaba. La presumida Dolores se casó con un oficial del ejército español, enviudó, empobreció y enfermó de muerte, allá por 1863. Hasta se le atribuye haber vivido en la Península, de donde regresó al morir, arruinado, el esposo.

Junto a su lecho en el Hospital de Mujeres del Carmen fue Francisco el único y último amparo de aquella infeliz mujer. Y pudo haber sido él quien escribió la composición . Es la historia de un amor imposible, los desdenes de ella y las cualidades que él estimaba fueron sus defectos. Esta es la leyenda, inmortalizada en libros y hasta en piezas teatrales y, por consiguiente, enriquecida.

Los historiadores han encontrado la existencia real de una parda, María Dolores Aguilera, hija natural, por lo que también aparece como Dolores Rondón. Nació en 1811. Murió de tisis en 1863, soltera y sin descendencia. Fue enterrada de limosna. (Texto: Héctor Juárez Figueredo. Tomado del Sitio de Información Turística de Camagüey).


José María Vitier próximamente en Camagüey

"Paisaje Interior" es el nombre de la gira que realizan por Cuba el virtuoso pianista cubano José María Vitier, la solista Bárbara Llanes, y los músicos Adel González y Luis Bárbaro Rodríguez, quienes se presentarán el próximo ocho de mayo, en el Teatro Principal, de Camagüey.

Precisamente en la ciudad de los tinajones el también compositor ofreció el año anterior una clase magistral, impartida en la sede del Instituto Superior de Arte (ISA), en la que abordó, con profundidad y al mismo tiempo amenidad impresionante, asuntos relacionados con la música para cine.

Disertó sobre sus experiencias en filmes como "El siglo de las luces", "Un paraíso bajo las estrellas", o "Fresa y chocolate", según  informó el critico de cine Juan Antonio García Borrero.

Vitier propone en la gira "Paisaje Interior", una inusual y eficaz formación integrada por piano, percusión cubana y la voz de una soprano lírica: Bárbara Llanes.

A decir de Silvia Rodríguez Rivero se pretende llevar al público de la Isla: "lo cubano que heredamos y lo cubano que surge cada día. Lo cubano poseído y lo cubano anhelado".

Añade Rodríguez que "el piano de José María es el enlace de cada una de las partes, improvisando y proponiendo temas, enlazando el batá, vibrante y enardecido, con el perfecto dibujo de la voz de Bárbara Llanes.

"En su propuesta -explica- se unen la sorprendente riqueza de las tumbadoras en una entrega verdaderamente emocionante lograda por Adel González, a la interpretación de Luis Bárbaro Rodríguez, en el batá y otras percusiones, apegada al rigor de hondas tradiciones que él domina y recrea.

"Todos penetrados de un profundo sentido expresivo, todos conscientes de que cada momento puede ser un hito irrepetible de nuestro propio mestizaje cultural, del que somos sustancia irreversible", puntualizó. (Tomado del Portal de la Cultura de Camagüey).


“Ave María”: una mirada camagüeyana al pueblo de El Cobre

Con su gusto y buen tino para escudriñar en zonas rurales cubanas, el realizador Gustavo Pérez Fernández presentó en Camagüey, en premier, su documental "Ave María", una mirada a la realidad socioeconómica y espiritual de los vecinos del santuario a la Virgen de la Caridad de El Cobre, Patrona de Cuba.

La mina de cobre más antigua de América Latina, situada a 12 kilómetros de la ciudad de Santiago de Cuba, en explotación desde el siglo XVI, figuró durante años como la principal fuente de empleo de los pobladores de la zona, su cierre en 2001 por el deterioro del ecosistema del accidente geográfico provocó la búsqueda de alternativas de supervivencia como la producción artesanal, fundamentalmente basada en la talla en madera y la venta de cirios y flores.

"Existe una realidad muy extensa", aseguró Gustavo Pérez al referirse a la idoneidad para todo realizador de poder convivir y entenderse con las personas objeto de su obra, como le sucedió en la semana de rodaje.

"Ave María" es un documental esencialmente humano que mira desde diversos ángulos un sitio sagrado para el país, quizás uno de los más visitados y evocado por los cubanos, por sus actos de fe y que ilustra el sincretismo religioso de Cuba.

Eso los capta el director desde la sonoridad propia del lugar heterogéneo donde convergen las aves silvestres, el campanario, las maquinarias de la antigua planta procesadora del mineral y el ritmo de la Steel Band del pueblo que toca desde temas de Benny Moré, ícono de la música popular cubana, hasta el Ave María, de Shubert.

La fotografía funciona como otro de los valores, a cargo de Wilfredo Pérez, camarógrafo que ha acompañado a Gustavo Pérez en casi todas sus obras, nacidas de la amistad de un equipo integrado además por Oneyda González, la guionista y Yohan Wilcox, el editor.

En 1993 Gustavo Pérez se inició en la documentalística con cortos que funcionan como poemas visuales expresados desde la forma documental, siempre con la inquietud por experimentar en la estructura de las obras, algo que no sucede en "Ave María", preocupada más por el contenido.

Con más de 15 documentales, este camagüeyano ha logrado el reconocimiento por su trabajo audiovisual, entre los más recientes, Premio Nacional en la Muestra de Nuevos Realizadores del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos, por "Transitando" (2007), periplo por Cuba en los medios de transporte alternativo y primera colaboración de AM Productions, empresa portuguesa productora también de "Ave María".

Asociado hace más de diez años a la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, Gustavo Pérez realizó en 2008 los cortos "Últimos días de una casa", sobre la huella cultural norteamericana en un poblado de Ciego de Ávila, y "La fina arquitectura de la rosa", homenaje al poeta camagüeyano Emilio Ballagas, que obtuvo el Primer Premio en la categoría de documental, en el Tercer Festival provincial de Televisión.

Además produjo el documental "Al Ánimo", ópera prima de Oneyda González sobre los conflictos de cuatro mujeres de diversos modos de vida. (Yanetsy León González/Tomado del Portal de la Cultura de Camagüey).


Grandes y ventrudos tinajones vigilan el tiempo en Camagüey

«No abundan los aljibes; el agua se recoge en hermosas tinajas [...], colocadas en los patios, por su gran cantidad contendrán 4 ó 6 de ellas la cantidad de agua de un aljibe».

Tinajón camagüeyano.Así describió el habanero Antonio Bachiller y Morales los típicos tinajones camagüeyanos cuando en 1838 visitó la ciudad de Santa María del Puerto del Príncipe.

El tinajón es el símbolo camagüeyano por antonomasia. Constituye la representación lugareña más enraizada. Por ello, a Camagüey se le conoce en toda Cuba como la "ciudad de los tinajones".

Nuestro tinajón tiene antecedentes en la vasija andaluza. Fue la solución con la que alfareros procedentes del sur de España —asentados tempranamente en Puerto Príncipe— trocaron en almacenes de agua los recipientes antes empleados para guardar granos, vinos, aceites y otros líquidos.

Aunque los tinajones se elaboraron masivamente en nuestra región a partir del siglo XVII, no son privativos de ella. Se hicieron también en otros lugares de Cuba —Trinidad y Sancti Spíritus—, las Antillas —Jamaica– e, inclusive, en la América del Sur —Chile y Perú—, donde se recogió la tradición alfarera de la civilización incaica.

Del barro rojo de la Sierra de Cubitas comenzaron a fabricarse los tinajones desde los años del 1600, según noticias, a pesar de que no hay hoy día ningún tinajón inscrito con fecha tan remota. La más antigua data de 1760.

Su producción tuvo el mayor auge en las décadas centrales del siglo XIX. A partir de 1868, con el inicio de las contiendas independentistas, quedó casi cancelada. Se restableció sólo entre 1878 y 1895, para luego cesar por completo.

Todo hogar del Camagüey tenía al menos un tinajón. El agua contenida dentro las frescas paredes era empleada para beber y cocinar, y se hizo brindis acostumbrado a las visitas de propios y extraños. Y muchos de estos terminaban casándose aquí... Por ello antaño y aún hoy suele decirse, en noviazgos y bodas semejantes al galán:

—¡Ese tomó agua de tinajón!

En 1900 existían en la ciudad más de 16 mil tinajones. Hoy apenas quedan unos 2 500 de los originales. Muchos de los que hoy adornan jardines y parques fueron fabricados con posterioridad a 1976, cuando se rescató esa tradición alfarera.

De uno a otro siglo los tinajones fueron variando la forma. En esencia siempre quedó un modelo clásico que ha llegado hasta nuestros días. El típico tinajón camagüeyano es aquel de voluminosa panza, líneas geométricas delimitadas y cresta destacada, o amigdaloide.

Distintas anécdotas lo sitúan como escondite propicio para donjuanes pueblerinos sorprendidos en pleno romance, en terreno ajeno...

Se dice que en 1875 un soldado mambí visitaba a su hijo enfermo en la ciudad, cerca de la histórica Plaza de San Juan de Dios. Fue delatado y pudo salvarse de ser capturado por los guardias civiles españoles que lo buscaban, escondiéndose dentro de un voluminoso tinajón.

La imaginación de decenas de artesanos jugueteó con el blando barro en disímiles inscripciones y motivos ornamentales. El torno siguió girando generación tras generación. Los maestros alfareros sentaron las bases de la actual cerámica camagüeyana.

Y junto a esta nueva generación, en los típicos patios del Camagüey, transpirando humedad de siglos, entre arecas, flores y helechos, todavía vigilan el tiempo los grandes y ventrudos tinajones. (Texto: Héctor Juárez Figueredo. Tomado del Sitio de Información Turística de Camagüey).


La leyenda de la cruz de sal

Era la segunda década del siglo XIX. Unos pescadores se encontraron en una salina de Santiago de Cuba una cruz de sal. Admirados por tan curioso hallazgo la recogieron.

La cruz vino a parar a manos del principeño don Pedro de Alcántara Correoso y Usatorres, quien la donó al Padre Valencia. El venerado sacerdote colocó la cruz dentro de una urna de cristal en el extremo del altar mayor de la iglesia de San Lázaro. Allí la conocieron varias generaciones de camagüeyanos.

Pasaban los años y la cruz permanecía intacta ante la expectación de todos. Era dicho popular que el Padre Valencia había vaticinado que ocurrirían grandes acontecimientos cuando la cruz se deshiciera. Y la fantasía popular unía tremendas calamidades a la desaparición.

Un día la cruz se deshizo, pero no por ello el recuerdo desapareció. (Texto: Héctor Juárez Figueredo. Tomado del Sitio de Información Turística de Camagüey).